4 días en Tokyo / Japón

Aterrizamos en el continente asiático, el gran desconocido. En 2018 tuvimos la gran oportunidad de descubrir una de las ciudades más fascinantes del mundo. Tokyo es la ciudad que nunca duerme, la ciudad de la luz, la ciudad de la música y de la tecnología. Quizá estas expresiones os hagan pensar en otras ciudades, pero esta macro-ciudad asiática reúne un pedacito de todas las grandes capitales del mundo. Aquí vimos desde la Torre Eiffel, hasta la Estatua de la Libertad, aunque los neones y miles de carteles con caligrafía nipona te hacían recordar dónde estábamos realmente.

Durante este viaje visitamos la capital actual del país, Tokyo, y la antigua capital, Kyoto (además de una mini escapada a Nara). Y para completar el viaje nos fuimos hasta la isla de Hokkaido, al norte del país, donde disfrutamos de la mejor nieve del mundo. Pero en este primer post nos centraremos en Tokyo, y os descubriremos nuestras rutas diarias y algunas recomendaciones para visitar y comer.

~ DÍA 1 ~

Con el objetivo de combatir el jet lag, el primer día en Tokio nos fuimos a uno de los puntos más concurridos de la ciudad: Shibuya, el cruce más transitado del mundo. Y cumplimos con todos los tópicos del turista, cruzando una y otra vez el paso de zebra para hacer fotos y videos… ¡qué locura! Luego, estuvimos paseando por la zona y comimos en otro de los imprescindibles del lugar: el típico restaurante de sushi donde no hay camareros. Aquí cada uno pide su comida a través de una pantalla y los platillos llegan a toda velocidad con cinta giratoria. El restaurante se llama Uobei Shibuya Dogenzaka.

Luego (a pesar del frío), nos fuimos paseando hasta el barrio de Harajuku. Aquí paseamos por Takeshita Street entre nubes de algodón, golosinas y crepes imposibles de comer sin sufrir una sobredosis de azúcar.

Más tarde cruzamos Yoyogi Park, donde visitamos el primer templo del viaje (Meiji Jingu), y caminamos hasta llegar a Tokyo Metropolitan Government Building. Este edificio, propiedad del gobierno, tiene uno de los miradores más altos y espectaculares de la ciudad (y la entrada es gratuita). Allí nos quedamos el resto de la tarde disfrutando de la puesta de sol. Sin duda, una de las mejores maneras de iniciar el viaje y darnos cuenta de la grandiosidad de esta ciudad.

Tenemos que confesar que el frío y el cansancio no nos permitieron llegar hasta Shinjuku Golden Gai, a pesar de la cercanía. Decidimos volver en metro hasta Harajuku, donde cenamos en el restaurante Sakura Tei, ¡y nos encantó! En este restaurante te sirven sin cocinar todos los ingredientes necesarios para preparar distintos platos al teppanyaki (plancha), como okonomiyaki y monjayaki, y te lo cocinas tu mismo. No podía ser más gracioso ver como los locales hacían virguerías con sus productos y, en cambio, los turistas no dejábamos de sufrir percances a pesar de seguir paso a paso las instrucciones de la receta. Una experiencia muy, muy divertida. Además, las callejuelas que rodeaban la zona del restaurante estaban repletas de pequeñas galerías de arte y tiendecitas de moda local. Un gran descubrimientos en todos los sentidos.

Link directo al mapa del día 1 AQUÍ

 

~ DÍA 2 ~

Con las pilas cargadas y muchas ganas de seguir descubriendo la ciudad, empezamos el segudo día. En primer lugar visitamos el templo Sensō-ji, el más antiguo e importante de la ciudad. Aquí es donde experimentamos nuestra primera gran conexión con la cultura local. Las tiendecitas de dulces, las mujeres con sus vestidos tradicionales, el humo purificador, las maderitas repletas de oraciones movidas por el viento, y los miles de motivos decorativos del templo inspiran y muestran la precisión con la que trabaja (y vive) esta sociedad. Aquí estuvimos toda la mañana, haciendo fotos y comprando souvenirs (aunque parezca muy turístico, si queréis llevar algún detalle de vuelta a casa, es uno de los mejores sitios para comprarlo – para nosotros era solamente el segundo día y luego nos arrepentimos de no haber comprado alguna cosita más-).

Nuestra siguiente parada fue Tokyo Station (estación central) donde comimos en Ramen Street. Personalmente, este no fue (para nada) el mejor ramen que comimos durante el viaje. Quizá no acertamos con el local pero (seamos sinceros), ¡todos nos parecían iguales! El Ramen Street de Tokyo se encuentra en la planta subterránea de la estación, al igual que Character Street, donde todas las tiendas están dedicadas a los personajes de dibujos japoneses más populares.

Durante la tarde nos fuimos a pasear por el barrio de Ginza, una de las principales zonas de tiendas de marcas internacionales de la ciudad. Aquí las tiendas no ocupan un simple local, sino que son tan grandes como el edificio donde se encuentran. Nosotros no pudimos evitar recorrernos las 12 plantas de la tienda Uniqlo. Entre tienda y tienda, llegamos hasta la Torre de Tokyo, una espectacular estructura de hierro inspirada en la emblemática Torre Eiffel de París.

Para finalizar el día, nos fuimos hasta Akihabara, el barrio de los videojuegos y la tecnología. Aquí nos recorrimos Yodobashi – un centro comercial donde se vende todo tipo de tecnología: cámaras de fotos, videojuegos, móviles… probablemente se necesitaría todo un día para recorrerlo entero, así que hay que ir con las ideas un poco claras de lo que realmente buscas.

Una de las cosas que más nos sorprendió de Japón es que no todo está a pie de calle. Por ejemplo, hay edificios enteros de restaurantes. En la puerta principal aparece un listado con lo que vas a encontrar en cada planta y se accede a ellos a través del ascensor. Quizá sea algo de lo más normal para ellos pero es algo muy novedoso para nosotros. Esta segunda noche nos atrevimos a coger uno de estos ascensores, sin saber muy bien con qué nos íbamos a encontrar, y fue un acierto total. Topamos con uno de esos restaurantes en los que te sientas en la barra y cocinan delante tuyo. Otra cena deliciosa y muy entrentenida. Creemos que el restaurante se llama Teppan 200℃ (aunque no lo podemos asegurar).

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~ DÍA 3 ~

Tercer día en Tokyo. Ya somos unos expertos en movernos por la ciudad y (por fin) no nos perdemos dentro del metro. Empezamos el día en Tokyo Station para comprar los billetes del tren bala para ir a Kyoto. A continuación, aprovechamos para pasear por los jardines del Palacio Imperial (no se puede pasear por dentro). Una de las cosas que más nos llama la atención de los jardines son sus árboles, no tanto por la especie (que es tipo pino), sino por la manera en la que los jardineros recortan sus hojas y ramas. Utilizan la misma técnica que para un bonsai, de esta manera los árboles crecen en horizontal y con las hojas hacia arriba (es difícil de explicar así que mejor ver las fotografías que os dejamos a continuación).

Salimos de los jardines y nos dirigimos a Tsukiji Market, el mercado de pescado de Tokyo. Aquí lo suyo es venir de madrugada y ver cómo llega el pescado, pero nosotros decidimos ir al mediodía y comer allí mismo (¡otra muy buena opción!). El mercado tiene una zona cerrada donde se vende el pescado fresco y luego le rodean unas callejuelas repletas de paraditas donde se pueden comprar productos típicos y platillos listos para comer. Ojo, que platito a platito, uno se acaba gastando más dinero aquí que en un restaurante.

A unas pocas calles del mercado encontramos Hamarikyu Gardens, un pequeño oasis en medio de esta gran ciudad. Dentro de estos preciosos jardines rodeados de rascacielos, encontramos una de las típicas casitas de té, ideal para relajarse y probar el auténtico té verde matcha.

Justo antes de la puesta de sol, nos fuimos en tren hasta el barrio de Odaiba, donde hay una réplica de la Estatua de la Libertad y desde el edificio de Fuji Television vimos una de las mejores puestas de sol de la ciudad. Desde este lado de la bahía se ve el skyline completo de Tokyo.

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~ DÍA 4 ~

Nuestro último día en esta maravillosa ciudad fue mucho más tranquilo, aunque no menos provechoso (gastronómicamente hablando). Una de las coasas que nos hacía especial ilusión era ir a probar el primer restaurante de ramen del mundo en obtener una Estrella Michelin, Tsuta Ramen, ¡y allí fuimos!

Este restaurante se encuentra en una zona algo más alejada de la ciudad. Además, hay que ir temprano para pedir tanda y luego esperar a que llegue la hora de comer. Nosotros fuimos a media mañana y nos dieron un «ticket» para comer sobre las 2 del mediodía, así que nos fuimos a explorar la zona. De esta manera descubrimos Sugamo, un barrio totalmente local (eramos los únicos turistas) y los preciosos jardines de Rikugien.

El resto del día nos fuimos a pasear por zonas que ya habíamos estado pero que nos habían gustado especialmente, como Shibuya y Akihabara.

Link directo al mapa del día 4 AQUÍ

*TIPS*

– No os descubrimos nada nuevo si os decimos que el metro de Tokyo es una locura. Nuestra recomendación para moverse libremente por la ciudad sin gastar un dineral, es comprar el pase de día para las 2 principales compañías de metro. Es decir, el típico pase que puedes hacer todos los viajes que quieras a lo largo del día en cualquiera de las líneas de metro. Y no olvidar que hay unos tickets especiales para turistas que son algo más económicos que solamente se pueden comprar en algunas estaciones de metro.

– Amantes del dulce, ¡no os dejéis engañar! Los «dulces» japoneses no son dulces. Aunque tengamos la sensación de que todo el día comen helados y pasteles, prácticamente ninguno de ellos es dulce. Donde nosotros le pondríamos chocolate, ellos ponen judía roja.

– Los japoneses son una de la sociedad más respetuosa del mundo. A pesar de que sus normas nos pueden parecer extrañas (como hacer cola ordenadamente para entrar al metro, incluso en hora punta), hay que respetarlas. No hay que olvidar que en el momento en el que pisamos su territorio, los extraños somos nosotros.

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