Todos sabéis lo mucho que nos gusta escaparnos de Barcelona y rodearnos de naturaleza. Pero algo que todavía no habíamos experimentado es que las flores que dan color y perfuman calles y prados también pueden ser un festín para el paladar. Iolanda Bustos, más conocida como la chef de las flores, nos lo descubrió hace apenas unos días en su espacio gastronómico La Calèndula, ubicado junto al Hotel del Teatre en Regencós.
Tras años al mando de La Caléndula en Girona, la cocinera ampurdanesa decide trasladarse al corazón de la Costa Brava. Entre el mar y la montaña, encuentra los mejores productos para elaborar, con una buena dosis de creatividad, platos exquisitos que, en muchas ocasiones, el corazón te pediría que los enmarcaras, por su cuidadísima estética. Las flores, acompañadas de raíces, plantas y frutos recolectados y cultivados por la misma chef, son los verdaderos protagonistas de este espectáculo culinario.
La típica masía de la zona, de piedra rojiza y tejado a dos aguas, te da la bienvenida. Su interior, totalmente restaurado y contemporáneo contrasta con el envoltorio. El estudio de interiorismo Tres Trastos, responsable del proyecto, ha reconvertido el antiguo teatro del pueblo en un exquisito y elegante restaurante. Lo primero que nos llama la atención al entrar, es una preciosa mesa de madera, en ella se sirven los desayunos por la mañana, embutidos, mermeladas, panes… Todo de producción local. Junto a ella, vemos la cocina de concepto abierto donde encontramos la maestra de ceremonias, la chef Iolanda Bustos, marcando animosamente los tempos de la elaboración de cada uno de los platos que después degustaremos.
A continuación, nos acompañan a subir al antiguo escenario hoy reconvertido en una bonita y generosa bodega.
El comedor principal, iluminado por la luz natural que entra por los amplios ventanales, invita a relajarse gracias a su ambiente íntimo y tranquilo.
Iolanda, comprometida con el medio ambiente, apuesta por la cocina ecológica y el producto de temporada. Combinando naturaleza, tradición y vanguardia, logra que cada uno de sus platos sea un homenaje a los bonitos paisajes que rodean la zona.
Para abrir boca, nos trajeron un gazpacho de fresa y un espumoso elaborado con la flor de saúco. Un aperitivo que nos hizo empezar a intuir su devoción por elaborar una gastronomía floral. Ellos mismos producen el «Xampanyet de Saüc» ¡y sólo se embotellan 800 unidades al año!
Gazpacho de fresa y «Xampanyet de Saüc»
Navaja marinada con mis, cítricos y begonias
Carpaccio de gambas
Brandada de bacalao bajo un velo de miel milflores y tierra de olivas
El huerto en miniatura
Arroz de pescado y marisco
Cochinillo de cerdo ibérico con piel crujiente, culis de algarroba, lavanda y chutney de frutas
Piña infusionada con flores de hibisco y sorbete de estragón
Florilegio
La masía donde se encuentra el restaurante esconde un jardín interior muy acogedor donde se encuentra el jardín floral de Iolanda Bustos y algunas mesas para comer en el exterior. Luego, unas pequeñas escaleras con conducen hasta una zona ajardinada donde encontramos la piscina y un espacio ideal para organizar eventos privados.
En definitiva, La Caléndula es un espacio donde disfrutar con los cinco sentidos. Tranquilo e íntimo, es ideal para ir en pareja o con un reducido grupo de amigos.
+Info: La Calèndula
C/ Nou, 2 – Regencós, Costa Brava
Precio aprox: 45-55€
¡Buen provecho!