El Dolce Sitges Hotel está perfectamente situado en las afueras de la localidad costera de Sitges. Rodeado de naturaleza, vistas bonitas y tranquilidad a pesar de encontrarse a unos 30 minutos de Barcelona y 50 minutos de Port Aventura. Este pequeño resort ofrece todo lo necesario para disfrutar de unos días de tranquilidad y bienestar, tanto en pareja como en familia.
Nuestro fin de semana en Dolce Sitges empezó con una visita a todas sus instalaciones para ubicarnos a la perfección. La forma de media luna que forma el resort proporciona la intimidad necesaria para disfrtuar de unas vacaciones perfectas y, aunque al inicio pueda parecer un poco confuso, consigue integrarse perfectamente en la naturaleza que lo rodea.
Una magestuosa entrada nos da la bienvenida y divide la zona «vacacional» de las salas de reuniones que ofrece el hotel (una zona especialmente concurrida). Una vez pasamos el lobby, entramos en una gran sala de ocio, con cómodos sofás, televisiones, juegos de mesa, y otras diversiones para toda la familia.
El hotel dispone de 263 lujosas habitaciones equipadas con todo lo necesario para hacer la estancia más placentera. Eso si, una vez dentro de la habitación, es difícil no fijarse en las preciosas vistas que ofrecen sus grandes ventanales.
Las zonas comunes del hotel son amplias y elegantes, y podemos escoger entre sus tres restaurantes para disfrutar de los distintos momentos del día. «Verema«, el buffet; «Esmarris«, restaurante a la carta con la mejor cocina mediterránea; y «La Punta«, una agradable terraza junto a la piscina.
Además, el hotel también dispone de tres bares: «Dolce Deli Bar«, un espacio boutique donde disfrutar de productos frescos; «Malvasia«, para tomar una copa o snack; y «Cala Morisca«, para refrescarse junto a la piscina.
Después de instalarnos en el hotel fuimos a comer al restaurante Esmarris, donde nos prepararon un menú con producto mediterráneo, fresco y muy sano.
Luego disfrutamos un ratito de la piscina y seguidamente visitamos el Dolce Vital Spa donde pasamos la tarde entre sus zonas de aguas y sus cabinas de tratamientos donde nos hicieron un masaje ideal para empezar el fin de semana más que relajados.
Dolce Vital Spa incluye una amplia gama de instalaciones exclusivas de salud y preparación física. Piscina exterior e interior con jacuzzi , sauna y vaporaorio, fitness, sala de aerobic, cabinas de masajes y tratamientos de belleza.
Al llegar la noche, el jardín del Hotel Dolce Sitges se convierte en una espectacular barbacoa con carne y marisco para todo los gustos que se complementa con el restaurante buffet Verema.
Como no, antes de ir a dormir nos dejamos seducir por los cóctels, la música y el buen ambiente que se respira en el hotel. Y a dormir…
El mejor momento de la mañana llega con el espectacular buffet libre con… ¡TODO! Es difícil decidirse entre tanta variedad pero al final hay que saber elegir: fruta, zumos naturales, tostadas, huevos, embutido, croissants, cereales… aquí no hay nadie que se quede sin desayunar.
Las últimas horas en el hotel se pueden resumir en pocas palabras: piscina, sol y tranquilidad. El hotel dispone de hasta 4 piscinas repartidas en distintos niveles para evitar aglomeraciones. Además, al ser un hotel muy familiar, es importante para poder diferenciar entre la zona infantil y la de las personas que buscamos relax.
Antes de marcharnos, no pudimos evitar pasarnos por el restaurante de la piscina para refrescarnos y comer algunos de los platos más populares de la carta: ensaladas, club sandwich y burgers!
¡GRACIAS!