No nos cansamos y no nos cansaremos nunca de decirlo: Barcelona es una ciudad única. Pasear por cualquiera de sus barrios es sinónimo de encontrarse con sorpresas maravillosas.
Tal y como os adelantamos por Instagram, a principios de verano estuvimos paseando por el Poble Sec (barrio por el cual no solemos movernos mucho… pero en breves esto cambiará) buscando algún sitio para cenar. De repente, un pequeño local situado en la calle Nou de la Rambla (la misma que si seguimos bajando nos encontraremos con la discoteca Apolo y el club Bagdad) nos llamó muchísimo la atención. Todavía no sabemos porqué. La cuestión es que nos vimos obligados a aparcar la moto y acercarnos a descubrir qué se escondía allí dentro.
El restaurante, sin puerta ni cartel en la entrada (en ese momento), resultó ser un nuevo rincón gourmet que acababa de abrir sus puertas, ¡nos encantó! ¿Su nombre? Cuarto y Mitad.
Una vez dentro, encontramos una barra lévemente iluminada rodeada por grupos de gente joven compartiendo unas cañas y tapas. Con un ambiente sorprendentemente bueno. Una vez superada esta zona, nos encontramos con un pequeño comedor de unas 6-8 mesas y, al fondo, podemos entrever la cocina presidida por un enorme horno de leña (algo que nos acabó de convencer para quedarnos a cenar).
Una vez situados, descubrimos que Cuarto y Mitad hacía apenas tres semanas que había abierto sus puertas. A pesar de eso, no quedaba ni una silla libre en todo el local. ¡Todo un éxito!
Estos son los platos que probamos…
Tataki de Atún en Tempura
Ternera fileteada con Cebolla
Steak Tartar
Rape a la Brasa con Ensalada
Coulant de Chocolate y Tarta de Limón
¡BUEN PROVECHO!