Siempre que vamos de viaje nos gusta disfrutar, al menos por una noche, de una cena algo más especial. En nuestra última escapada a Formentera, además, teníamos la excusa perfecta ¡celebrábamos el cumpleaños de Maria! La excusa perfecta para reservar en uno de los restaurantes más especiales de la isla. Se trata de Can Carlos, regentado por el carismático Francisquiño, éste es todo un “must” para los amantes de la gastronomía italiana.
Situado a las afueras de Sant Francesc, Can Carlos ocupa una preciosa masía en la que se respira un ambiente boho-chic, muy en línea con el estilo de la isla. Los más espectacular es su jardín, donde las buganvillas cubren buena parte de las paredes y multitud de plantas y demás flores, junto con las luces tenues, le dan un aire íntimo al lugar.
Desde mesas ubicadas estratégicamente para que las parejas gocen de una velada tranquila, hasta generosas mesas bajo la pérgola para reunir a toda la familia o amigos, como manda la tradición en italia. En Can Carlos todo el mundo es bienvenido.
La carta no es muy extensa, precisamente para garantizar la excelencia de cada uno de los platos que sirven, todos ellos elaborados con productos de temporada. Aquí lo ideal es empezar con algo para compartir y después coger un segundo cada uno, ya sea alguna de sus pastas, carnes o pescados. Estos son los platos que elegimos nosotras:
Carpaccio de berenjena con parmesano
Ceviche de pescado blanco
Spaghettis con gambas frescas
Pastel de chocolate con sopa de mango
Francisquiño, este verano ha unido fuerzas con su amigo, el reputado chef Nandu Jubany, para abrir Can Carlitos, un chiringuito ubicado en Ses Salines. Una alternativa algo más informal pero os garantizamos que disfrutaréis como niños con su propuesta gastronómica.
+Info: Can Carlos (Venda de sa Miranda Cala Saona, 1752, 07871 San Francesc de Formentera)
Precio aprox: 50-60€/persona
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